Hola y feliz miércoles. Hoy no podía empezar diciendo nada que no tenga que ver con la noticia del día de ayer, en el mundo de la moda y en el mundo, en general. El fallecimiento de Karl Lagerfeld dejó conmocionado al mundo entero, pero más que ser un momento triste, es importante que se convierta en un momento cumbre, para saber valorar todo lo que aportó a Chanel, a la moda en general, y dar las gracias porque existiera e hiciera posible los sueños de muchas personas. Los que le conocían le han dedicado palabras a través de sus redes sociales, de agradecimiento, y los que no llegaron a conocerle, no pueden dejar tampoco de agradecer todo lo que supuso en sus vidas, ya fuera de manera directa o indirecta. Nunca está de más conocer y saber, por lo que indagar sobre este hombre, su paso por las grandes marcas de moda, por la moda y por la vida, es una buena tarea pendiente. Leer libros, ver documentales, buscar información sobre su vida y acciones seguro que nos lleva a entender mucho más y mejor a aquellos que se vieron afectados de verdad tanto por su vida como por su muerte.
Dicho esto, por aquí vamos a cambiar de pasarela y de ciudad. Terminado el repaso a la Alta Costura de París, que me ha llevado unas semanas, vamos a empezar con las semanas de la moda, por orden cronológico. En este momento se está celebrando la semana de la moda de Milán, pero yo voy a mostraros los desfiles poco a poco y por el momento le toca el turno a la MBFWM y, hoy, en concreto, al desfile de Pedro del Hierro.
Entre las modelos destacaba una cara: la de Blanca Padilla, que voló hasta Madrid para "un evento especial" tal y como ella reconocía en su Instagram el día anterior a la celebración del desfile.
Sobre la pasarela, dos colores destacados: el naranja y el azul. En general, los tonos tierra, que van desde el marrón al nude pasando por el coral, sirvió también de trasfondo en la escenografía, además de en los estilismos. Los diseños son, ya sea en vestidos largos o en trajes, fluidos. Más bien anchos, ligeros, con telas de acabado satinado, que generan comodidad a simple vista y de aspecto muy sofisticado.
Para el maquillaje y peluquería se optó por un acabado muy natural, con melenas despejadas de la cara, lo que aportaba un aire de frescura que se correspondía a la perfección con las prendas.
Ese punto minimalista se aprecia también en el calzado, con sandalias de tiras muy finas, planas para los looks más informales y con tacón para los más arreglados. Veo muchas posibilidades para estilismos de invitadas, para cócteles o fiestas de verano al caer la tarde, relajadas pero muy, muy especiales.
Me podría pasar mucho rato comentando cada estilismo, como hago siempre, pero esto se haría demasiado largo. Pero me parece imprescindible prestar atención a los trajes de varias piezas en colores como el blanco o el beige, con toques plateados o azules; el estampado pañuelo en prendas que parecen pañuelos en ocasiones, tipo capas o túnicas; a los escotes halter de los vestidos largos, al tono rojo anaranjado de algunos diseños; o a los vestidos con aperturas en la falda, con hombros al descubierto, con escotes asimétricos y cruces en la cintura. Me resulta imposible seleccionar uno solo o varios favoritos.
¿Tenéis un favorito?
Besitos
B
Fotos: Vogue