Hace unos días entré de pasada en una tienda de Springfield buscando algo concreto que no encontré, pero en lugar de eso me topé con todo un descubrimiento: el que creo que puede ser el traje más bonito que he visto últimamente Se trata de estas dos piezas, blazer más pantalón, de cuadros granates. Que los cuadros siguen en alza no es ningún secreto, pero me pareció una buena idea salir del gris y apostar por un tono más alegre como el granate, sin ser tartán, que no deja de ser elegante y muy apropiado para el otoño y el futuro invierno. Además, el tejido era calentito.
Ambas prendas están disponibles por separado pero me parece casi un insulto no comprarse las dos juntas para poder lucirlas en todo su esplendor.
Se trata de una chaqueta de corte cruzado con una sola fila de botones y bolsillos con solapa. El pantalón es de tipo traje, con goma en la cintura en la espalda, trabillas para poder poner un cinturón (granate, como el de la editorial), dobladillo en el bajo y tres bolsillos, dos en los laterales y uno trasero con un bonito botón.
La opción de Springfield es combinarlo con más granate liso, con camisa de encaje y botines de piel.
No me puede parecer más acertado el conjunto en general, aunque también podría combinarse con jerséis finos en color beige, negro incluso blanco o azul marino, camisas de manga larga o de tirantes de tipo lencero o bodys. El caso es probar con los colores y tratar de que no destaquen demasiado si queremos un acabado algo sobrio y elegante, ya que el cuadro del traje aporta, de por sí, toda la consistencia del estilismo completo.
Besitos
B