Hola y feliz jueves. Hoy vengo a hablaros de mi experiencia Colorista.
En concreto del spray Colorista de L´Oréal. Hace tiempo que me dio por decir que me gustaba el pelo rosa. Y lo sigue haciendo. De hecho, dediqué una entrada a ello, hace más tiempo del que parece. El caso que no soy tan atrevida como para teñirme, entre otras cosas porque siempre me ha dado reparo y miedo modificar el color de mi pelo, y el pelo en general. No quiero estropearlo. Por eso cuando escuché hablar del spray de Colorista la primera vez me pareció la solución ideal.
Lo que vi, por Instagram, Youtube, bloggers como Peeptoes y en la página web, es que L´Oréal había sacado un maquillaje para el pelo. La nueva propuesta de la marca de cosméticos era un maquillaje en un frasco pequeñito y que hay que agitarlo antes de aplicarlo sobre el pelo apretando, como un spray cualquiera. Los colores eran para todos los gustos o casi todos: dos tonos de rosa, gris, turquesa...y lo bueno es que se quitaba con un lavado. Es decir, el color en el pelo duraba un día.
Lo que yo no imaginaba es que ni siquiera se iba a notar.
Os cuento.
Primero me volví loca diciendo que tenía que hacerme con un frasco y para cuando quise ir a comprar uno, en el primer sitio que pregunté - un Mercadona donde unos días antes lo vendían-, varias semanas después de que saliera a la venta, me dijeron que los habían retirado porque eran una edición limitada de carnaval y que además manchaban la ropa. Me fui a casa cabizbaja diciendo ¡vaya!, está visto que si quiero probar el pelo rosa voy a tener que usar otro método, cuando días más tarde se me ocurrió entrar en otra tienda -un Sephora- a preguntar por ellos, tras ver desde la puerta un stand. Cuál fui mi sorpresa cuando la dependienta me dijo que claro que existían todavía, que estaban por todas partes. Así que solo tuve que elegir el color - rosa claro, lo tenía clarísimo- y llevármelo a casa. Probarlo fue otra historia.
Para empezar me daba miedo ver la intensidad con la que iba a salir el líquido no me fuera a quedar una mancha en el pelo mal extendida. Pues bien, el primer golpe fue así. El caso, que fue el que más se me notó.
Esparcí spray por la parte de abajo del pelo sin ni siquiera llegar a cubrirme todas las puntas. Todo esto con el pelo una vez alisado. Y al rato de echármelo estaba rizado, porque el spray es líquido al fin y al cabo. Tuve que volver a usar la plancha y tanto ésta como el cepillo se quedaron de color rosa brillante. Sí, el acabado es brillante aun siendo el tono rosa suave.
Me quité la ropa para no mancharla pero lo que se manchó se quitaba muy fácil.
Salí de casa con el pelo a trozos y en el recorrido que tardé hasta llegar al siguiente espejo que me encontré ya no me quedaba casi nada. Os hablo del pazo de una una hora y media. Cada vez que me daba el aire se me perdía un poco más. Así que nadie notó nada excepto yo que no dejaba de mirarme las puntas y me divertía viendo un pequeño destello rosa de vez en cuando. Era la única que sabía que estaba ahí.
Lo usé un día más y cuando ayer volví a echármelo vi que en el bote ya no quedaba.
Es decir, me ha durado tres días y solo uno de ellos se me notó un poco más. Un poco, digo, no que se me notase mucho.
Entonces, como conclusión os diré:
Si lo que queréis es experimentar por vosotros mismos haced como yo y no dejéis que os lo cuenten. Os compráis un bote que cuesta unos 8 euros (7,95 si no recuerdo mal) y os maquilláis el pelo durante un rato del color que más os guste. Si no se os nota al menos podréis quejaros con razón.
Si lo que queréis es un resultado como el que viene en la página web, en la fotografía de la imagen o en las bloggers que hayáis visto, tenéis dos opciones: o comprar varios botes y dedicar un rato a esparcirlo bien, con ayuda de alguien sería más fácil, o acudís a una peluquería en condiciones y os teñís el pelo.
En general me ha parecido algo divertido pero me da rabia que no se aprecie casi porque tenía más esperanzas puestas en ello, aunque me imaginaba que iba a ser menos guay de lo que parecía, pensé que me daría al menos para hacerme un par de fotos medio decentes.
Hay otras gamas de Colorista como la versión Temporal washout, la permanente Paint y luego los Decolorantes, que tanto se ven últimamente sobre todo entre algunas seguidoras de la moda o celebridades. En todo caso me inclinaría por Washout que dura en torno a una semana o dos - en el envase indica unos tres o cuatro lavados y una duración de 15 días-. Me he planteado hacerme con un tubo de estos -cuesta en torno a 8 o 9 euros, uno más que el spray-, pero si el resultado va a ser igual de pobre que con el otro casi prefiero que no.
También me habían llegado malos comentarios del tipo que acartonaba el pelo. No sé a qué se refería la gente con eso exactamente pero yo lo que vi es que dejaba el mechón como si hubieses aplicado laca, se quedaba algo tieso al principio y húmedo, por eso recomendaban dejarlo secar durante un minuto, pero una vez que pasabas el peine el pelo volvía a su elasticidad normal.
También decían que se quitaba con un lavado y que es mejor lavarse el pelo antes de acostarse si te lo has aplicado, entre otras cosas, para no manchar las sábanas -me imagino-. No creo que sea necesario en todos los casos, sobre todo si os habéis echado una cantidad muy pequeña que encima se os ha caído por el camino.
Las fotografías son del blog Peeptoes. La propia Paula reconoció que para la sesión utilizaron bastante maquillaje para que se apreciara de esta manera. Si tenéis un bote no penséis que se os va a quedar así.
Y hasta aquí mi experiencia colorista
Como os digo, no tengo ni siquiera una foto decente que muestre cómo me quedaba el color en el pelo porque apenas se apreciaba.
Pero si queréis comprobarlo, haceos con un bote.
Por probar que no quede y siempre es mejor ver las cosas por sí mismos que esperar que nos lo cuenten.
Besitos
B