Buenos días y feliz domingo.
No podía esperar más para hablar por aquí del desfile Otoño Invierno 2019-2020 de Elie Saab. Lo cierto es que ya he esperado demasiado, porque lo normal es que en cuanto tenga lugar lo comparta por aquí. Así que he querido hacerlo hoy, domingo, el día más elegante de la semana, y antes de que se instaure la primavera y lo único que nos apetezca sea ver prendas blanquecinas y telas ligeras.
Porque además, esta nueva colección del libanés está basada casi por completo en el color negro.
En esta ocasión, supongo también debido a que se trata de una colección creada para la temporada de invierno, se aleja de tejidos ligeros y prendas claras repletas de pedrerías y de corte romántico, como en otras colecciones, y se decanta por estilismos más agresivos, con cortes estampados estridentes, botas altísimas de cuero y estilismos muy femme fatale.
Entre los vestidos encontramos algunos en clave mini o de largo tail hem con volúmenes y lazos en la cintura, patrón que también se repite en vestidos largos, que incluyen aberturas laterales o plisados en la cadera desde los que parte la abertura. También hay diseños con encaje y pedrería en azul, blanco y negro, en largo y en corto.
Otro tipo de vestidos son los de manga larga por la rodilla, en telas más gruesas y de apariencia minimal pero con pliegues o detalles, como un trozo de tela anudado en torno al cuello con remates en forma de hoja, que se presentan en forma de look monocolor, incluyendo botas, ya sea en verde, en rojo o en azul, por ejemplo.
Los trajes, de terciopelo o de pedrería, se forman con varias piezas, con chaquetas tipo esmoquin con solapas negras y con capas incorporadas que parten desde los hombros, siguiendo la estética del resto del look. Los monos aparecen en varias versiones, o en modo glitter o en modo minimal.
Las cinturas marcadas siguen apareciendo ya sea con cintas rematadas en lazos o con doble cinturón fino, en el color que le corresponda a cada look. Los encajes y rejillas aparecen en vestidos negros con cortes y aberturas muy sexys, que dejan ver la parte de abajo del vestido.
Para el calzado, llaman la atención las altísimas botas negras de cuero de efecto arrugado aunque también hay sandalias o salones con pulsera redondeada.
Para el peinado, recogidos pulidos con raya lateral y ojos ahumados en la parte superior con rabillo incluido pero difuminado en tonos marrones. Los complementos no abundan, por lo general se prescinde de pendientes y si se añaden, son grandes y de colgar.
Elie Saab propone un invierno muy oscuro y muy potente, en el que las mujeres se vestirán pisando fuerte y sacando todo el partido a cada parte de su cuerpo y de su alma. Porque lo que está claro es que, la moda, en este caso, los diseños que crea Elie Saab, que son de los que hablamos hoy, no están elaborados para transmitir un sentimiento simplemente estético, si no que se trata de algo mucho más profundo y que va más allá, capaz de sacar la más profunda personalidad a flor de piel.
Os dejo indicados más adelante algunos de mis favoritos.
Me encanta el recogido lateral de este vestido que crea una especie de minifalda más tupida que el resto del look. Así como el detalle del lazo anudado al cuello y el maquillaje, por supuesto.
Elie Saab también apuesta por los trajes de falda y chaqueta corta con abalorios.
Espectacular el cuerpo y la falda de este vestido con apliques joya en tonos grises y azulados.
Los vestidos rectos con capa y de textura rugosa me siguen recordando a Daenerys Targaryen (personaje de Juegoo de tronos).
Este tipo de vestidos aparecen en looks monocolor.
Un ejemplo del doble cinturón.
Los estampados granes suelen aparecer en todas las colecciones de Elie Saab aunque se cambie el diseño y los colores.
Un ejemplo de vestido de corte lady, elegante y acertado para el invierno y las Navidades, por ejemplo, por el tono rojo. El detalle de los complementos a juego completa el resultado.
Los destellos típicos de Elie Saab se ven en este diseño, con transparencias y pedrería bordada, en este caso dejando ver el body interior.
Trajes con capa.
Las aberturas permiten ver las botas enteras.
Un minivestido negro con muchas posibilidades.
Uno de mis favoritos, este diseño de rejilla con cuerpo de encaje y falda que deja entrever el body de debajo. El vestido se cubre con una chaqueta corta tipo esmoquin de doble botonadura.
Un bonito vestido tipo batín con mangas abullonadas.
El concepto que ha presentado en forma de vestido, también lo pone a prueba en monos.