Si tuviera que describir esta colección de Paco Rabanne con un color o una palabra diría: plateado. El color plata es el absoluto protagonista de una colección muy metalizada en la que los diseños e componen de chapas en diferentes formas como flores, en cadenas, cuentas o rejillas. Se crean de esta manera vestidos, tops y faldas estructuradas, rígidas pero movibles gracias a las articulaciones que unen estos pedazos de metal que conforman las piezas únicas. El beige, azul marino o negro y el rosa satinado en prendas de inspiración lencera como los vestidos de tirante fino y encaje completan la colección nada discreta, o al menos, que pretende no pasar desapercibida.
Si tengo que elegir una prenda de todo el desfile creo que elegiría la sudadera beige con ramas y flores metalizadas bordadas, o el minivestido de chapas redondas con cuello joya y volante en la falda.
Los zapatos no son menos llamativos, chanclas formadas a base de pedazos con formas geométricas o tiras, siguiendo la esencia metalizado, eso cuando no se trata de botines a media pierna en negro o marrón.
La elaboración de los looks exige una simplicidad total en el look de belleza que se compone a base de maquillaje muy natural y melenas sueltas con raya al medio, adornado solo por un único pendiente.
Fotos: ELLE
Besitos
B