Hoy es 31 de Diciembre. Sí, os lo recuerdo por si alguno no se había enterado. Es posiblemente el día más nostálgico del año, y según pasan las horas y se acercan las uvas ya ni os cuento. Lo peor son los últimos 15 minutos. Desde que conectan con el reloj de la Puerta del Sol y tú, o yo, por lo menos, solo quieres que pase ya todo y poder empezar a vivir el siguiente año, sin presiones, sin prisas.
Los testamentos sobre lo que ha pasado este año se ven de lejos a cien millas, de lo largos que son muchos, y también de lo poco que nos interesan los del resto de la gente. Es abrumador ver lo felices que han sido algunos y la pena que intentan dar otros. Por eso es mejor que cada uno haga sus propias reflexiones, para él, hacia dentro. Y si quieren contárselo a alguien que lo hagan a ellos mismos. Os recomiendo escribir.
Escribid. Contad en un papel de vuestro puño y letra lo bien o lo mal que os ha ido en este 2016. Recopilad los buenos momentos que habéis vivido, los malos que habéis pasados, los sueños que habéis materializado, las personas que lo han vivido con vosotros. Haced una lista de las cosas que habéis hecho este año. También podéis hacer una de las cosas buenas y otra de las cosas malas y contadlas para ver cual es más grande. Apuntad todo lo que habéis visto, los lugares que habéis visitado, las paradas que han tenido vuestros viajes. Poned nombre a las fotografías, reveladlas y colocadlas en un álbum de fotos bonito que tengáis a mano para poder volver a esos momentos siempre que queráis. Cerrad los ojos un momento y dejad que vuestro año entero pase por delante de vosotros. Y paraos en el momento que más os guste, que sin querer lo encontraréis delante como si lo estuvierais viendo otra vez, como si estuviera tan cerca. Pensadlo porque eso es lo que os lleváis de este año del demonio. Tan frustrante en ocasiones, tan espectacular en otras...Si hubiera una palabra para definirle usaría INCREÍBLE. Y todo porque en él han pasado tantas cosas tan difíciles de creer que yo por lo menos alguna sigo sin creérmela. Quién sabe si en el 2017 seremos capaces... Pero ya tendremos tiempo de comprobarlo. O no.
No tiene sentido que especifique todo lo que ha pasado este año porque el que más y el que menos lo sabe, si ha prestado un poco de atención al mundo, si ha visto algún informativo de vez en cuando. A lo mejor es el momento de que cada uno piense en su interior si esto es de verdad el mundo en el que queremos vivir y el mundo que queremos vivir. Si es así, estupendo, ya podemos darlo todo por perdido. Pero si no lo es, por favor, soñad que se puede cambiar, porque solo entonces, consciente o inconscientemente, las cosas empezarán a tomar el rumbo que de verdad queremos.
Por muy malo que haya sido este año no podemos desterrarle por completo porque en 366 días y un segundo es imposible que todo lo que ha pasado haya sido malo. 2016 merece un respeto solo por haber formado parte de nuestro camino, de nuestra existencia, de nuestra vida. Hemos compartido muchas cosas con él y hemos vivido de TODO con él. Y eso, siempre quedará. Así que, pese a todo y por todo, gracias 2016. Por regalarnos momentos que jamás podremos olvidar, sean buenos o no, pero sobre todo gracias por los que a partir de ahora pasarán a formar parte de los mejores recuerdos que me llevaré de esta vida.
Hasta siempre.
Hasta siempre.
Besitos
B