Espero no volveros locos con tanto salto de una ciudad a otra pero todavía tengo entradas de Nueva York pendientes como la que os enseño ahora. Las ninfas de Marchesa han vuelto a desfilar por la pasarela neoyorkina llenándolo todo de luz delicadeza Las telas etéreas se mueven con sigilo al son de flecos y volantes, acompañados de bordados y tules. Entre los colores el rosa se mezcla con otras tonalidades como el verde o el blanco, dejando al negro un lugar para la noche con diseños más serios con flores o encajes o detalles cut out. El color plata aporta luz propia a vestidos con hombros al descubierto, flores en aguamarina o el voluminoso diseño de encaje y capas tanto en la falda como sobre los hombros. En Marchesa juegan con la caída y la consistencia de algunas telas de carácter brillante que aportan serenidad a los vestidos de escotes asimétricos. Lo mismo ocurre con los plisados que recuerdan a épocas pasadas o con los flecos que confeccionan prendas enteras inspiradas en épocas pasadas.
B
Besitos
Podéis seguirme en Twitter @bmyowndiary