Nunca he visto nevar mucho en Nochebuena. Nunca he vivido una blanca Navidad. Nunca he tenido una cena de película de Antena 3 de un sábado por la tarde.
He vivido noches normales. Cenas normales. Diferentes, sí. Pero normales.
No deja de ser una noche cualquiera pero no deja de ser una noche especial.
Que cada uno la celebre como quiera. Pero sobre todo, que cada uno la viva como quiera.
Que eso no va por fuera, va por dentro.
El famoso espíritu navideño no está en ningún sitio físico. No depende de regalos, ni de personas, ni de adornos. Va dentro. De las personas, de uno en uno. Pero es cierto que esas cosas ayudan a sentirlo. Pero si no lo tienes y sobre todo, no lo sientes, es muy difícil que lo encuentres.
Dicen que no hay que ver para creer si no creer para ver. Y yo creo que es así. A veces solo vemos lo que queremos ver. Sea bueno o sea malo. Nos traiga cosas positivas o negativas.
Vemos lo que nos apetece, lo que nos interesa.
Por eso no son necesarios grandes acontecimientos para disfrutar de una Nochebuena o de una Navidad. Pero que cada uno lo viva como quiera. Como le salga, como lo sienta. Y esa forma que sólo esa persona sabrá, es la que perdurará en su memoria cuando recuerde esa, noche, esas semanas.
Esa Navidad.
Esa Navidad.
Feliz Nochebuena y Feliz Navidad
Besitos
B
Fotos: Pinterest