Hoy, a las 06:24 h de la mañana hemos inaugurado el verano 2017. Aunque parezca increíble ya ha pasado todo el tiempo que tenía que pasar hasta entrar de nuevo en la estación más esperada del año. Por delante tenemos tres meses de buen tiempo, de altas temperaturas, de bajas preocupaciones, esperemos, de noches bajo la luna, de contar estrellas y cumplir deseos, de bañarnos, en la playa, en la piscina o en la ducha, las veces que haga falta, de beber agua y cosas frías, de sumergirnos en helados, de recrearnos en platos rebosantes de ensaladas, de tomar el sol a la sombra, de jugar con las sandías, de sonreír al mar, de dormir con la ventana abierta y de no cerrar la cama, de abrirnos a todo y a todos, a todo y a todos los que queramos y los que contribuyan a escribir la historia que tienen todos los veranos, que cada verano es una, y que puede que esté escrita ya pero no la conoceremos hasta que estemos dentro de ella. Nos vemos en algo más de tres meses para sacar conclusiones o para callárnoslas. Ya sabéis, mirarnos en silencio y no decir nada, porque a veces, así es como se dice todo.
Felices 93 días y 15 horas de verano.
Y mucho, mucho amor.
Besitos
B